¡Hola! Seiiti Arata. El título de la conversación es “cómo ser feliz”. La búsqueda de la felicidad ha sido estudiada por la psicología positiva y hoy quiero compartir contigo importantes descubrimientos. La respuesta a esa búsqueda implica a la psicología social, neurociencia, metodología científica, filosofía y, sobre todo, el autoconocimiento. Vamos a empezar con el autoconocimiento.
Para ser feliz, tienes que conocerte y entender cuál es el valor que tiene la felicidad para ti.
Por eso, para poder empezar, te pregunto: ¿Realmente quieres aumentar tu nivel de felicidad? ¿Entiendes cuál es el valor que la felicidad tiene para ti?
¿Estás dispuesto a pagar el precio de hacer lo que hay que hacer para ser más feliz? ¿O sólo dices que quieres ser más feliz pero no estás dispuesto a dedicar tiempo para reflexionar? ¿O no quieres dar los incómodos pasos necesarios para transformarte?
¿Realmente quieres ser una persona más alegre, menos preocupada, menos pesimista? ¿Las personas cercanas a ti se quejan de que seas muy negativo, triste, crítico, o sencillamente aburrido? ¿Ser una persona más feliz es una prioridad para ti hoy?
Piensa bien en estas preguntas, ya que esta reflexión es el primer paso preparatorio que necesitas dar para ser más feliz.

¿Ya lo has pensado? ¿Has conseguido encontrar dentro de ti una buena motivación o un sincero deseo de ser más feliz?
Sólo después de tener claridad sobre esta necesidad, sigue aquí, ya que ahora vamos a examinar un consejo muy popular: para ser feliz, sólo tienes que sonreír.
Parece obvio pero no es tan sencillo, y ahora lo vas a entender todo con detalle.
Puedes alterar tus emociones modificando tu cuerpo.
La gente sonríe porque es feliz. ¿O son felices porque sonríen? ¿O es un poco las dos cosas?
En la psicología social, existen opiniones sobre que nuestra cara no sólo expresa nuestras emociones. La cara también sirve para regular o dar inicio a emociones.
Esta hipótesis ya ha sido discutida desde la época de Darwin. En 1988, algunos investigadores del área de psicología hicieron experimentos para comprobar cuál era la influencia de nuestras expresiones faciales sobre nuestras emociones. Querían saber si podrías estar más alegre si antes esbozases una sonrisa. Pero este experimento tenía que ser realizado sin revelar la verdadera intención de medir las emociones. Así, los voluntarios no estarían influenciados.

Por lo tanto, de forma muy ingeniosa, los investigadores les pidieron a cada voluntario que sujetasen un lápiz. Los voluntarios fueron divididos en tres grupos para esta tarea: un grupo agarró el lápiz con la mano, otro grupo sujetó el lápiz con los dientes, y el tercer grupo sujetó el lápiz con los labios.
Los que sujetaron el lápiz con la mano formaban parte del grupo de control. Los que sujetaron el lápiz con los labios, formaban parte de un grupo que, por la forma de sujetar el lápiz, la forma de la boca les hacía parecer enfadados. Y los que tuvieron que sujetar el lápiz con los dientes, acabaron sonriendo sin darse cuenta.
Entonces, todos los participantes vieron unos dibujos animados y luego tuvieron que evaluar si les habían parecido divertidos. ¡Adivina! Las personas que habían puesto cara enfadada dieron notas bajas, los que sujetaron el lápiz con la mano dieron notas medias y los que habían sonreído por haber sujetado el lápiz con los dientes acabaron dando las mejores notas, diciendo que se habían divertido mucho.
Esta teoría del lápiz es una clásica fuente científica de la hipótesis de feedback facial. De la misma forma que tu cerebro hacer que tu cara sonría cuando estás feliz, podrías hacer lo contrario: forzar una sonrisa y así tener la sensación de felicidad. Por eso algunas personas dicen que puedes sonreír sin razón alguna y así dar el primer paso para activar la felicidad.
Ten cuidado para no sacar conclusiones precipitadas basándote en experimentos científicos.
Ahora vamos a profundizar en la conversación entrando en la parte de metodología científica y neurociencia. Siempre que escuches hablar sobre un experimento científico así, es necesario tener precaución antes de ser simplista y creer que estamos antes una fórmula mágica para obtener resultados.
Esta teoría del lápiz fue revisada en 2014, en un estudio mucho mayor y que intentó reproducir los mismos resultados, sin éxito. Esto provocó una sensación de asombro. Si realmente era verdad que la felicidad les llegó a las personas que sujetaron el lápiz con los dientes, cualquier grupo científico que intentase recrear el mismo experimento debería haber llegado al mismo resultado.
Fueron varios grupos de científicos diferentes, grabando a los participantes con el lápiz.. y no llegaron al mismo resultado. Y durante un tiempo, muchas personas perdieron la confianza en la hipótesis del feedback facial. Entonces, ¿las expresiones faciales no influyen en nuestras emociones?
Cuando miras los detalles de las investigaciones y la metodología, vas a ver que las cosas no son tan sencillas. Según Paul Ekman no va a funcionar cualquier sonrisa. Si te pido que sonrías ahora, sin un motivo real, probablemente no vayas a hacer una sonrisa completa. No basta sólo con usar el músculo cigomático mayor, porque si lo haces vas a tener lo que llamamos sonrisa falsa. Tienes que sonreír también con los ojos, usando los músculos orbiculares del ojo.
Además de esto, no puedes sentirte observado. En 2018, fue publicado un nuevo estudio en el que se contaba que realmente en el intento de replicar la teoría del lápiz no se dio el feedback facial. Y el motivo que declararon es que el uso de cámaras para grabar a los participantes acabó inhibiendo el efecto. Entonces, sólo habría que hacer que los participantes se sientan más cómodos y con más privacidad para que se diese el efecto.
Tenemos que entender todos estos detalles para llegar por fin al life hack detallado de usar el feedback facial: para ser feliz, no basta sólo con sonreír. Tienes que sonreír levantando los dos lados de los labios usando tanto el músculo cigomático mayor, como sonreir con los ojos usando los músculos orbiculares. Haz esto en un ambiente solitario con privacidad, ya que si sabes que estás siendo observado evaluado o juzgado por otros o incluso por cámaras, el efecto puede no funcionar. Y esta sonrisa iniciada conscientemente por ti podrá dar inicio a una verdadera sonrisa y mayor felicidad.

Ten cuidado para no perder la consciencia necesaria sobre los aspectos importantes de tu vida.
El problema de todo esto es que cuando seguimos este tipo de life hack, poniéndonos el lápiz en la boca o sencillamente sonriendo ante un espejo y fingiendo hasta que la emoción sea real, estamos dejando de enfrentarnos a un problema quizá incluso mayor, o la causa de los problemas. Por eso tenemos que ir más allá del life hack y pensar un poco en nuestra filosofía de vida.
¿Por qué tengo problemas para sentir felicidad? ¿Por qué estoy preocupado? ¿Por qué la gente más cercana me dice que soy aburrido o molesto? ¿Qué puedo mejorar además de sencillamente fingir estar feliz? Todo esto es desarrollo personal, en el que me doy cuenta de aspectos de mi existencia que me gustaría modificar y aumentar.
El mayor problema es no tener la consciencia del estado en el que nos encontramos. No es necesario siempre e inmediatamente remediar la falta de felicidad.
Algunas veces, primero quiero observar cómo estoy. En ciertos momentos, la tristeza es necesaria. La soledad es necesaria. El luto es necesario cuando una persona querida se va. Si ignoras estas necesidades e inmediatamente te pones a buscar la felicidad, puedes estar ignorando algo importante.
Una limitación de utilizar la ciencia de forma meramente instrumental y simplista es creer que puedo usar la hipótesis del feedback facial para estar feliz todo el tiempo. En los momentos en los que necesito un momento introspectivo neutro o quizá incluso un momento de tristeza para poder recomponerme, no tiene sentido ponerme un lápiz entre los dientes y forzarme a sonreir. No funciona así.
Cuando buscas la felicidad forzando demasiado la situación, la felicidad va a huir de ti. En la sabiduría de un proverbio popular, dicen que en vez de cazar mariposas, tienes que cuidar tu jardín para que las mariposas vengan a ti.
Usar el feedback facial para estar feliz puede ser parecido a ir a por mariposas. Quizá sea mucho más importante cuidar primero de tu jardín, que es trabajar tu desarrollo personal, tu autoconocimiento, tu autoestima, tu propósito, tu espiritualidad, tus habilidades profesionales, tu habilidad de comunicación, ahorrar e invertir tus finanzas, cuidar tu cuerpo y tu salud. Cuidando todo esto, cuando menos te lo esperes, estarás viviendo una vida mucho más feliz. Así, la felicidad será más una consecuencia, y menos un objetivo en sí mismo.
Tenemos que tener el contexto mayor, entendiendo que somos agentes con la capacidad de determinación y, al mismo tiempo, también estamos conectados en un contexto, en sociedad y en la dimensión temporal. Resistirse a todo esto y esperar que un lifehack modifique la forma de sentir, es de una enorme superficialidad. Es parecido a creer que beber resuelve los problemas. Quizá los resuelva de una forma superficial y temporal, con daños todavía mayores cuando llegue la resaca.

