Vida organizada y simple para tener más enfoque

Hola Seiiti Arata. Hoy vamos hablar de cómo la falta de organización puede afectar nuestro enfoque. En concreto, vamos a utilizar la eliminación para simplificar tu vida. ¿Sabes cuándo inicias la búsqueda de un destornillador, o una cinta para pegar algo y no puedes encontrarla? O ¿tal vez en medio de esta búsqueda, empiezas a hojear en los recuerdos de viejas fotos? Bueno, si tu idea era encontrar un destornillador, hay algo mal aquí.

Detente y piensa acerca de cuánto tiempo podrías liberar en tu vida si fueras una persona más organizada, sin perder tiempo buscando las cosas, ya sabiendo dónde están.

Si siempre te quejas de que estás en la carrera, esto podría ser un buen momento para que puedas limpiar para tener espacio en tu vida.

Estoy hablando sobre esto porque mucha gente se puso en contacto conmigo diciendo que tienen dificultad para concentrarse. Y cuando comenzamos a investigar los detalles, nos damos cuenta de que el problema es la falta de organización, y no en la falta de concentración.

El desorden ambiental en que trabajas o vives es a menudo la verdadera razón porque no puedes tener enfoque.

1. La organización comienza con el filtrado de lo que debe ser salvado

Te pregunto: ¿Que es organización? Una idea común, es pensar en la organización como un cambio de los elementos de un lugar a otro con una serie de criterios. Sólo que vamos a pensar más allá, vamos a hablar de la organización de una manera diferente.

Además de mover un objeto de un lugar a otro, ya pensaste si ¿ese objeto merece ser parte de tu vida? La idea aquí es dar un paso atrás y ver si ese objeto debería ser reasignado (reorganizado) o simplemente ser descartado.

Para que lo hagamos, tenemos que ejercer nuestra creatividad: detente por un momento, mira a tu alrededor, examina tu entorno y luego, en tu mente, imagina lo que sería el entorno ideal para ti.

Trata de visualizar en detalle cómo este entorno sería más agradable y cómo puedes sentirte bien. Asegúrate de realizar este ejercicio, es esencial para que podamos avanzar juntos, ¿de acuerdo?

ENFOQUE - Seiiti Arata, Arata Academy

2. La acumulación de cosas no da felicidad

Es muy importante internalizar que acumular objetos no es el camino para la felicidad. Cada elemento que adquirimos y mantenemos cerca debe tener un propósito, ya debes haber oído sobre la famosa frase «menos es más».

El hecho de acumular y siempre buscar tener más y más objetos es una trayectoria sin fin, y que sólo aumentará la complejidad de nuestras vidas innecesariamente.

Al organizar tu entorno, piensa en eso. Piensa en la forma en que este objeto en particular está sirviendo en tu vida. Pregúntate: ¿Esto es algo que está trayendo beneficios o simplemente consumiendo más espacio y mantenimiento? ¿Esto aumenta el nivel de complejidad y el desorden en mi vida?

Lo que hay detrás de esta pregunta es la formación de nuestra capacidad de encontrar el propósito de nuestras cosas. Marie Kondo da una orientación similar, ella dice, «evalúa si este objeto te trae alegría.»

Entiende que la organización es también una especie de capacidad y que puede (y debe) ser entrenado. Así que, empecemos con la formación de lo que es más fácil, para entonces poder pasar a cosas más complejas. De esta manera, puedes desarrollar tu capacidad de cumplir con el propósito de cada elemento.

3. Practica el desapego emocional

Empieza a dejar de lado los objetos que no utilizas. Vamos a empezar con la ropa, porque son objetos simples para evaluar si se están utilizando o no. Fácilmente puedes recordar cuál ropa usas con frecuencia y cuál no te sirve más, o no te gusta, que está fuera de moda.

Vístete con la ropa y mírate en el espejo. Ve si tiene sentido mantener esa ropa o no. Después de adquirir más capacidad de evaluar la utilidad de la ropa, puedes ir a la cocina y evaluar cuáles elementos o ingredientes llegaron a su fecha de caducidad o que no te gusta el sabor, o aquellos utensilios repetidos o que no utilices.

Después de este paso inicial, puedes empezar la organización en lugares y objetos que requieren más reflexión, tales como libros, documentos y otros objetos que se propagan a través de tu casa.

Como estás adquiriendo el dominio de estas clasificaciones de importancia con objetos físicos, también puedes pasar a organizar tus archivos digitales y la forma en que almacena tus ideas e información.

Estás preparado para lidiar con el dolor de la pérdida. Una de las razones es que tenemos dificultad para deshacernos de los elementos es nuestra falta de preparación emocional para hacer frente a la pérdida y el cambio.

Esa ropa que ya no nos sirve tiene una memoria que queremos mantener en todo, incluso si no nos queda. Ese libro que empezamos a leer, pero pierdes el interés, se mantendrá en el estante porque invertimos en ello y no queremos avanzar. Ese ingrediente para cocinar que no nos gusta el sabor permanecerá en el armario porque tenemos la esperanza de algún día aprender a usarlo bien.

Todo esto es una forma de pensar centrado en el fracaso, la pérdida, el dinero invertido.

En lugar de ello, podemos cambiar nuestro enfoque para ganar espacio que vamos a tener, para reducir la complejidad por la gran cantidad de cosas que tenemos en casa.

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También podemos centrarnos en las lecciones que hemos aprendido sobre nosotros mismos cuando nos damos cuenta de que la ropa ya no es tan agradable, que el libro no era tan interesante para nosotros, que no nos gusta ese ingrediente.

Mantener la mente abierta para la experiencia en el futuro nos ayudará a tener fuerza emocional para dejar de lado las cosas que sólo ocupan el espacio y el polvo en nuestra casa.

A menudo simplemente organizar y cambiar las cosas no ayuda mucho. Incluso podemos aumentar nuestros muebles para adaptarse a varios objetos, pero que en realidad no nos ayudará.

Dar un paso atrás y ver el propósito de tener esa cosa en particular es más importante que simplemente cambiar de lugar. El desapego es la clave.

Es importante pensar que sólo hacer el esfuerzo de limpieza y aprender a no mantener las cosas en su lugar, hacer el mantenimiento frecuente del ambiente, todo esto será en vano. Porque no importa cómo organizas las cosas, todo va a ser un gran lío.

Pensando en eso, escribí un mini libro que puedes descargar ahora y leer en un poco menos de siete minutos: ya que es pequeño y va directamente al grano, sólo hay que visitar este enlace.