¡Hola! Seiiti Arata. Continuando la conversación del video anterior, ahora veremos cómo los libros de auto-ayuda pueden hacernos daño. Y cómo revertir ese peligro teniendo una manera diferente de leerlos.
1. Correlación y causalidad
Es fácil criticar los libros de autoayuda. Hay personas que, con aire intelectual, dicen que no pueden soportar los manuales de cómo ser felices y usar los pensamientos positivos. Algunas personas prefieren “aprender de aquellos que hicieron algo” así que van tras las biografías o libros que cuenten las historias de compañías exitosas. Pero hay algo en común tanto en la literatura popular de auto-ayuda y las biografías: el sesgo del superviviente.
El sesgo del superviviente es selectivo, una falsa percepción de las cosas. Tanto los libros de autoayuda y las biografías están llenos de informes de grandes dificultades que han sido superadas. Así que al final, todo funciona y demuestra las reglas que se han de seguir para poder llegar a la felicidad.
¿Pero que hay con los casos de todos aquellos que siguieron exactamente las mismas reglas y fracasaron? ¿Y los que se fueron en bancarrota? ¿Los que pudieron superar la depresión o una gran dificultad? Bueno, no podemos saber, simplemente porque ellos no han escrito un libro sobre eso.
Así que cuando encontramos libros de autoayuda (o biografías o estudios de casos, como prefieras) e identificamos los hábitos de aquellos que han tenido éxito, debemos recordar que quizás nos estamos enfrentando a una correlación. Esto no necesariamente significa que todos los que siguen los pasos recomendados siempre tendrán un resultado positivo.
2. Efecto opuesto
En el video anterior acerca del pensamiento positivo también vimos que hay límites importantes que se deben observar para mantener la claridad de nuestros pensamientos. Lo que queremos evitar es precisamente el efecto opuesto de mirarnos en el espejo diciendo afirmaciones en un tono alto como “¡Tendré éxito! ¡Tendré éxito!” cuando en el fondo tenemos una voz crítica que dice “¡Esto no tiene sentido!”.
La voz crítica rechaza automáticamente las declaraciones positivas cuando no hay consistencia con la imagen que tenemos de nosotros, o nuestras creencias más profundas. Buscamos ser consistentes y con solo repetir frases motivacionales en voz alta no habrá un cambio consistente. Incluso puedes dañar tu autoestima porque habrá un conflicto interno que buscará fortalecer la imagen existente de lo que eres y atacará esas frases motivacionales. Existen estudios publicados que muestran que este tipo de afirmación positiva puede causar el efecto contrario.
3. Baja calidad de rigor científico
Otra crítica que se le hace a los libros de autoayuda es que no están escritos con rigor científico, basados en evidencia.
Las anécdotas como “algo que le pasó a un amigo del autor cuando era joven” son difíciles de probar. Y todas estas narrativas pueden ser inventadas o, en caso de ser verdaderas, exageradas.
Incluso en situaciones en que todo es completamente cierto, nos topamos otra vez con la inclinación selectiva: solamente las historias que confirmen las ideas del autor son seleccionadas para aparecer en el libro… mientras que hay casos innumerables que no apoyan la teoría, y por eso no aparecen.
Permítanme darles un ejemplo que quizás conozcan: el experimento de Metas de Vida de la Universidad de Yale. Dice la leyenda (la cual se repite varias veces en docenas y docenas de libros, incluyendo bestsellers por autores reconocidos en el mercado) que en el 1953 los estudiantes graduados de Yale fueron entrevistados para averiguar si estos estaban claros en cuanto a sus metas. Solamente el 3% de los estudiantes estaban claros. Así que dos décadas después, cuando estos estudiantes fueron contactados, se encontró que ese 3% del grupo que tenía las metas claras había acumulado más ganancia financiera que el otro 97% de los estudiantes juntos. Por eso este estudio se utilizó en varios libros de auto-ayuda como prueba de que es importante tener objetivos bien definidos.
No estoy aquí para cuestionar la importancia del RAZONAMIENTO. Desarrollar una lista de metas y estrategias para lograrlas es ciertamente un gran ejercicio de razonamiento. Sin embargo, esta historia es falsa. El experimento de Yale nunca ha existido.
Así que cuando leemos, es importante siempre tener un filtro de rigor científico de lo que está escrito. Es la lectura activa, tratar de encontrar lo que es útil, y descartar lo que no lo es. También debemos encontrar los anzuelos que estimulen la búsqueda de más información en otras fuentes.
La lectura activa es esencial para todos y los libros de autoayuda no son la excepción. Podemos abrir un libro como El Secreto y tener una lectura simple, imaginando que con solamente cerrar nuestros ojos y esperar que el universo se manifieste, habrá un nuevo coche en nuestro garaje. Esto es una forma de pensarlo, la ley de atracción que no es muy útil para estimular nuestro cambio de actitud. O podemos interpretar las ideas del libro para entender que antes de comenzar el proceso de ir tras nuestras metas, primero debemos definir estos objetivos y creer que hay posibilidades.
A pesar de todas las críticas, aún vale la pena decir que el hombre sabio puede encontrar información valiosa incluso en la peor de las fuentes. Y el hombre tonto no puede extraer ninguna información útil ni siquiera de las mejores fuentes.