¡Hola! Seiiti Arata. Tu urgencia es el problema.
¿Sabes todas esas cosas buenas que te gustaría hacer, realmente importantes, que dejarían huella en tu vida… pero que no las haces por tener que resolver primero las urgencias? Pues bien. Estas urgencias son un gran problema.
1 – No dependas solo de motivación para hacer lo realmente importante.
Si eres como la mayoría de la gente, solo haces lo que es importante de verdad cuando tienes motivación.
Sin embargo, fíjate que todo año tiene dos fases: está el principio del año en el que tenemos muchísimo entusiasmo y conseguimos hacer muchas cosas. Hacemos ejercicio, estudiamos, pasamos tiempo de calidad con personas queridas, dedicamos tiempo a actividades espirituales, comunitarias, momentos de calidad con quienes amamos.
Y de repente cuando llega el mes de marzo, volvemos a nuestros viejos hábitos: vida sedentaria, volvemos a fumar, comemos mal, abandonamos los estudios y todas las promesas de año nuevo. ¿Por qué pasa esto?
Es que el entusiasmo es algo pasajero. La motivación oscila: en algunos momentos tenemos y, en otros, no. El entusiasmo no es un tipo de fuente de energía con la que podemos contar con seguridad y constancia.
Entonces, después de que el entusiasmo del comienzo del año acaba, hay una segunda fase, es la fase real. Es aquí cuando lo urgente te puede estorbar en la vida.
Para lidiar con lo urgente necesitas claridad.
2 – Ten claro lo que quieres hacer con tu vida.
Vamos entonces a hacer una actividad básica. Pregúntate a ti mismo: ¿qué quieres hacer con tu vida?
¿Alcanzar un nivel de abundancia financiera? ¿Tener un negocio propio? ¿Que te asciendan en tu trabajo? ¿Reconectar con alguna persona importante de tu familia, una amistad o un gran amor? ¿Ponerte en forma? ¿Aprender algo nuevo? ¿Colaborar con tu comunidad? ¿Dedicarte al ocio, a las artes, religión, filantropía, voluntariado, a algo que te permita sentirte parte de algo mayor y dejar huella?
Para cualquiera de estas elecciones, necesitas salir del punto actual y empezar a moverte en la dirección deseada. No es algo que se resuelve en un día. Será necesario tener constancia y dedicar varios días a lo largo del año.
Y en esa jornada, seguro que encontrarás aliados, recursos que te ayuden… y también encontrarás obstáculos, dificultades y personas que van a hacer que te desvíes del camino.
El mayor problema es que cuando notas que empiezas a fracasar en tu plan mayor, puede que otras áreas sufran como consecuencia. Imagínate por ejemplo el caso de una persona que tiene una gran decepción amorosa – esto hace que baje su rendimiento en el trabajo, perdiendo el empleo.
También existe el tipo de éxito que hace mal: es el caso de la persona que consigue un ascenso en el trabajo, pero a un alto precio. Puede estar muy preocupada con sus nuevas responsabilidades, sobrecargada y estresada. Y esto perjudica la relación con su familia, el cuidado de su propio cuerpo, no estando en forma e incluso llegando a sufrir alguna enfermedad que podría haber evitado.
3 – Cuidado con la ilusión de creer que los problemas son temporales
Es necesario respetar los problemas que tenemos.
No respetarlos es fingir que no existen. Respetar el problema significa prestar atención. La palabra respeto viene del latín, respectus, volver a mirar. Observar atentamente.
Por eso, dedica un tiempo a observar cuáles son los problemas que tienes en tu vida en este momento. Pon el vídeo en pausa. Todo el mundo tiene algún problema en algún momento de su vida. Tómate esta pausa e identifica cuáles son los principales problemas, obstáculos, desafíos y urgencias que tienes hoy en día.
¿Los has identificado? Ahora nos adentraremos en el proceso de comprensión.
¿Qué te están diciendo estos problemas? ¿Por qué han surgido estos problemas? ¿Qué ha pasado para que surgieran? ¿Qué es lo que NO ha pasado que ha hecho que el problema aumentase? ¿Qué otras dimensiones de tu vida no has cuidado bien estos últimos años, que han acabado transformándose en un problema o urgencia?
La ilusión que creamos es cuando nos decimos a nosotros mismos que el problema o la urgencia son temporales. Que cuando se resuelvan, todo será mejor.
Pero sabemos la verdad: tras resolver esta urgencia, tendremos otro incendio que apagar. No existe eso de llegar por fin a un momento ideal en el que no tendrás que resolver problemas urgentes.
La vida nunca va a quedarse tranquila para que podamos encargarnos de ciertos asuntos que son realmente importantes. Siempre habrá una excusa para dejar para luego lo que nos importa de verdad.
Por eso en el curso Nuevo Año Nuevo tendrás acceso a un guión para crear una planificación completa para vivir el mejor año de tu vida. ¿Por qué planificación completa? Pues porque debemos tener equilibrio en todas las áreas. Es necesario cuidar la parte financiera, la salud, las relaciones, la del amor, la carrera, pues todas estas están relacionadas.
Al dejar de lado una dimensión importante de la vida, existe el riesgo de que tengamos una crisis y una reacción en cadena que haga que nos sintamos perdidos.
Lo contrario también es cierto: cuando todas las áreas están firmes, con dinero en la cartera, con buena salud, con buenas relaciones, haciendo un trabajo que realmente importa, que nos hace sentir parte de algo mayor, ¿qué ocurre? Todas nuestras actividades acaban fluyendo mejor, con calidad, con concentración, con organización, con alegría.
Todo empieza en el nivel de creencias. Si crees que no obtendrás resultados, entonces no vas a actuar. Y obviamente no obtendrás resultados, confirmando tu propia creencia de que nada te sale bien.
Sin embargo, si crees que puedes conseguir resultados, realizarás acciones. Y a partir de ahí pueden pasar dos cosas: o que obtengas el resultado deseado al primer intento (no es común, pero puede pasar) o que tengas un resultado no deseado. Ahora presta atención:
Si tu mentalidad es de alguien que desiste rápido, usas el resultado no deseado con una excusa para dejar de intentarlo y mejorar. Por eso en el curso Nuevo Año Nuevo hacemos la planificación inteligente para neutralizar este riesgo.
Y cuando tu mentalidad es de crecimiento, de mejora contínua, utilizarás los resultados no deseados como una manera de aprendizaje, para que el próximo intento sea aún mejor, para que sigas perfeccionando tus habilidades, acumulando más recursos, mejores técnicas, y que más personas te apoyen. Entonces seguirás llevando a cabo nuevas acciones, que te proporcionarán nuevos descubrimientos y, finalmente conseguirás los resultados deseados.
Todo este proceso necesita estar alineado de forma coherente con todas las dimensiones para que no haya un conflicto entre las diferentes áreas de tu vida. Por eso en el curso Nuevo Año Nuevo cuidamos mucho la estrategia inteligente de planificación, y también contamos con clases específicas sobre riqueza, amor y salud – para empezar, visita el link. ¡Nos vemos allí!