¿Por qué fracasan las resoluciones de año nuevo?

¡Hola! Seiiti Arata. ¿Por qué acaban fracasando las resoluciones de año nuevo? Con el cambio de año, mucha gente desea hacer más ejercicio, adelgazar, aumentar las fuentes de renta o estudiar más. y, ¿por qué muchas de esas promesas de año nuevo no son cumplidas?

En nuestro episodio anterior, mencionamos que la gran mayoría de gente fracasa al intentar mantener la constancia y dedicación suficientes para mantener la resolución de año nuevo. En algunas estadísticas, sólo el 8% de las personas que hacen una promesa de año nuevo la consigue mantener con éxito.

¿Por qué es tan difícil cumplir la promesa de año nuevo?

Quien lleva acompañando al canal Arata Academy desde hace tiempo, sabe que una de las metodologías que usamos es estimular tu reflexión. Nunca traigo una respuesta enlatada, una doctrina que todo el mundo debe seguir ciegamente. Es más, yo recomiendo vehementemente salir corriendo si te encuentras con alguien que te quiera adoctrinar. ¡Piensa por ti mismo, siempre!

Por eso te dejo una pregunta:

– ¿Cuál es la causa del fracaso de las resoluciones de año nuevo? ¿Es la pereza? ¿Será el azar? ¿Es que hay algún factor externo que nos confunde? Pon el vídeo en pausa, reflexiona sobre tu propia vida y responde en los comentarios contándome cuáles son los principales motivos por los que la gente fracasa al definir resoluciones de año nuevo.

¿Listo? Vamos entonces a ver cinco motivos que causan el fracaso de resoluciones de año nuevo.

Nuevo Año Nuevo - Seiiti Arata, Arata Academy

1. Falta de un plan inteligente

En el episodio anterior, hablamos sobre los problemas en la falta de un verdadero compromiso. Sin embargo, solo el compromiso no es suficiente. Hay gente que tiene mucha energía, disposición y realmente van tras las cosas.

Son personas que dicen de verdad que han echado más de mil currículums, y aún así no han conseguido ni una entrevista de trabajo. Entonces, hay algo que no está bien.

En este ejemplo no sirve de nada hacer más esfuerzo y echar otros mil currículums, pues está muy claro que la estrategia no era buena, y el plan no era inteligente ni estaba bien implementado.

Si yo hago un currículum que no consigue comunicar el valor de mi trabajo ni mi potencial, estoy yendo por el camino equivocado, no sirve de nada enviarlo varias veces, pues el resultado difícilmente va a cambiar.

Un plan inteligente tiene procesos específicos y eficientes. Un plan ineficiente solo considera el destino final, sin aclarar cuáles son los pasos necesarios para realizarlo.

El caso del currículum era solo un ejemplo ilustrativo. Lo que necesitas aprender es a evaluar la calidad de tu plan, y también la calidad de ejecución de tu plan.

2. Falta de claridad

Otro clásico problema es la falta de especificación. ¡Tu objetivo de año nuevo debe ser específico!

Por ejemplo, solo decir que te quieres alimentar de forma más saludable no quiere decir mucho. Decir que vas a estudiar más tampoco significa mucho, pues no es un objetivo claro.

Tu plan necesita claridad y ser coherente con el contexto.

No te entusiasmes demasiado ahora, haciendo promesas que serán difíciles de cumplir. Comienza con proyectos realistas y sigue la filosofía de la mejora contínua.

No necesitas hacer las cosas perfectas ahora. Es más importante que empieces algo, tengas continuidad y que tengas la capacidad de mejorar constantemente. Siempre mejorando.

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3. Para tener continuidad, crea sistemas

Si dependes solo de tu fuerza de voluntad para realizar tu resolución de año nuevo, tienes un problema. La fuerza de voluntad es un recurso limitado. Se acabará en algún momento. Hay días en los que no tendrás voluntad.

Imagina que has decidido, por ejemplo, tomar clases de natación a las 7 de la mañana. Sin embargo, sabes que dependiendo de tu fuerza de voluntad, es muy probable que acabes faltando a algunas lecciones porque querrás seguir durmiendo.

En este caso, necesitas crear algún tipo de sistema que te garantice levantarte a la hora correcta para ir a natación. Por ejemplo, si tienes algún amigo que tiene la costumbre de levantarse bastante temprano, puedes invitar a ese amigo para que te acompañe a natación en el mismo turno que tú, y le prometes llevarlo. La única condición es que tu amigo tiene que ir hasta tu casa para ir juntos. De esta forma, tienes un sistema en el que tu amigo siempre te va a llamar y va a tocar a la puerta de tu casa hasta que te levantes, para que los dos vayáis a las clases.

4. Si no crees en ti mismo, tienes un gran problema

Presta mucha atención en los factores que te están haciendo fracasar al intentar conseguir tus metas de año nuevo. Lejos de obtener beneficios de los resultados deseados, pues ocurrir algo aún peor: puede que empieces a perder confianza en ti mismo. Esto es lo que se llama learned helplessness – es decir, crear la creencia de que eres una persona que no consigue hacer nada bien.

Es lo que le pasa a la gente que dice que la única promesa de año nuevo que han hecho que se ha cumplido es dejar de hacer promesas de año nuevo.

Mucha gente suele decir que es una pérdida de tiempo intentar ponerse resoluciones de año nuevo, pues siempre acaban en error. Cuidado, pues esto es cerrarse puertas, solo va a limitar tus posibilidades.

5. Dejarlo para luego

Si hay algo que es importante para ti y que dices que lo vas a hacer mañana, presta atención. Cuando llegue mañana, hazlo. Si ves que necesitas aplazarlo para pasado mañana, tienes un problema.

La costumbre de constantemente dejar para luego las cosas significa que tenemos dificultades a la hora de ejecutar alguna acción concreta hoy.

Empezar mañana normalmente no funciona. Necesitas hacer algo ahora. Eso te va a ayudar a romper el hábito de la procrastinación.

Sin una buena práctica y sin orientación, es muy fácil acabar perdiéndose con el tiempo. Muchas resoluciones de año nuevo incluyen planes complejos y gigantes que serán realizados a lo largo de 12 meses. En vez de montarte planes complicados, define objetivos menores con plazos más cortos, y así se te hará más fácil realizarlos y verificar cuáles serían los siguientes pasos.

Las resoluciones de año nuevo solo van a traer resultados de largo plazo como resultado de cambios de comportamiento, visión, de conocimiento, prioridades y de creencias. No sirve solo decir que queremos este o ese resultado. Necesitamos pagar el precio para hacer los cambios necesarios.

La mayor parte de las personas nunca se han parado a reflexionar sobre los recursos necesarios para realizar el cambio. Nada es por gracia divina. Tienes que pagar el precio para no ser una de esas personas que quiere algo a cambio de nada.

Será necesario tener paciencia, será necesario invertir tiempo, será necesario invertir recursos financieros para conseguir las herramientas y orientación necesarias de personas con más experiencia que puedan acelerar nuestros resultados.

Tienes que priorizar: será necesario abrir mano de actividades y compromisos de menor valor. Es así como elevas a un mayor grado de prioridad aquello que quieres realizar como parte de la promesa de año nuevo.

Sin embargo, nada de esto sirve si el plan desarrollado no era inteligente. Para que aprendas a realizar planes inteligentes y que eviten los errores más comunes a la hora de definir tus resoluciones de año nuevo, te invito a conocer el curso de Nuevo Año Nuevo. Visita el link ahora.